Naaahhhh, no lo creo. Háganme el favor y vuelvan a ver Casablanca. Hay que tener huevos para hacer que dos personas se quieran así. Si, dije huevos. Y sino les gusta las pelis blanco y negro, o les parece que Humprey Bogart habla medio raro, o les aburren las de la segunda guerra que no tienen batallas; les tiro otra (un poco mas moderna): me bajé hace poco la primera temporada de una serie yanqui excelente que se llama 'Studio 60'. Al final del capítulo 5 hay una escena de amor puro, sin siquiera un beso en ella, que está tan bien escrita y tan bien actuada que lo pone a pensar a uno. ¿Por qué no vemos más seguido algo así? ¿Es tan difícil? ¿O es sólo el tonto miedo a lo cursi? ¿Y los cojones dónde están, eh? Y no estoy hablando de películas a lo Subiela, estamos claros en eso, no hablo de 'la poesía del amor', ni nada rimbombante. Hablo del amor en serio, cuando te pasa y no lo podés evitar. No hay mucho fuego artificial dando vuelta, pero hay que bancársela.
Un minuto, pará. ¿Cómo la iba a pasar por alto? Hace un año nada más vi por primera vez la peli 'High fidelity'. ¿Dónde estuvo tanto tiempo esa película, dios santo? Uno pasa demasiado tiempo haciendo pelotudeces y no prestando atención a las cosas que realmente lo alientan a uno, que lo hacen agarrar las llaves de casa, salir y decir 'ahí voy... que corra todo lo que quiera esa chica, que saque ventaja, porque voy por ella con todo lo que tengo'. Pocas veces me sentí tan directa y perfectamente identificado con un personaje en una película como el personaje de John Cusack, Rob Gordon.
Entonces, Casablanca, Studio 60 y High fidelity. Que no pase otra semana sin que vean estas tres joyas y se pongan a pensar verdaderamente en que la aventura también está en nunca parar de buscar esos momentos que son dignos del mejor guión. ¿Ok? Buenísimo...
Buena suerte entonces, vaqueros.